miércoles, 11 de mayo de 2022

San Esteban Protomártir en Pineda de la Sierra en nuestras clases

La iglesia de San Esteban Protomártir en Pineda de la Sierra, nos ha servido en alguna ocasión para ilustrar nuestras clases de cultura clásica, sobre todo, cuando hablábamos de centauros y sirenas. Hoy, esta iglesia, vuelve a nuestro blog para recorrer algunos de sus elementos románicos.

Pineda de la Sierra es un pueblo de la sierra de la Demanda burgalesa, que descubrí circulando por la N120, al tomar la carretera BU820 en Ibeas de Juarros con dirección a Pradoluengo. Esta carretera que discurre paralela al Arlanzón, tiene un desvío al pasar el embalse de Úzquiza, justo donde comienza la carretera BU813. Se pasa un segundo embalse sobre el Arlanzón y no se tarda en llegar a Pineda de la Sierra. 



La iglesia románica comenzada a construir en el siglo XII, guarda pequeños detalles muy interesantes como su cabecera, de la que vamos a ver algunas fotografías en las que observamos sus ventanas con sus columnas y capiteles y sus canecillos representando rostros y figuras geométricas.







La portada del templo se encuentra resguardada gracias a una galería de la que luego hablaremos. En esta portada encontramos capiteles con formas vegetales, grifos, la adoración de los magos de oriente, motivos mitológicos como la sirena y el centauro y  apóstoles como San Pedro.


Del centauro y la sirena de doble cola, ya hemos hablado en una entrada anterior. Accede al enlace para saber más sobre estos personajes: centauro y sirena.




Los Grifos acompañan y completan las escenas mitológicas de esta portada.



A San Pedro es fácil identificar por las llaves. En este mismo blog tienes otras entradas en las que aprendemos a identificar a San Pedro y a otros apóstoles.


Los motivos vegetales cierran esta serie de fotografías sobre la portada, pues la visitación de los magos, la podemos disfrutar en este enlace de nuestro blog: visitación de los magos.


Ahora es el turno de observar la galería porticada que resguarda la portada y por supuesto a los feligreses de las inclemencias del tiempo. Observamos los motivos vegetales y las figuras desconocidas que vigilantes ven pasar el tiempo.