Julio Cesar. Descarga de Pixabay. |
El vídeo que vamos a ver hoy, es un fragmento de un serie sobre Roma. Este breve vídeo ilustra muy bien la habilidad de Julio cesar para ganarse el favor de sus legionarios.
Vamos a leer también este texto de Suetonio para entender muy bien a que nos estamos refiriendo.
" No siempre castigaba las faltas ni proporcionaba el castigo a los delitos; pero era severísimo con los desertores y sediciosos, y suave con lo demás. Algunas veces, después de una gran batalla y una gran victoria, dispensaba a los soldados de los deberes ordinarios y les permitía entregarse a todos los excesos de desenfrenada licencia, soliendo decir que sus soldados, aun perfumados, podían combatir bien; en las arengas no les llamaba soldados, sino que empleaba la palabra más lisonjera de compañeros; gustaba de verles bien vestidos, y les daba armas adornadas con plata y oro, tanto para la gala como para enardecerles en el día del combate por temor a perderlas. De tal manera les quería que cuando supo la derrota de Titurio se dejo crecer la barba y el cabello y no se los cortó hasta después de vengarle. De esta manera les inspiró inquebrantable adhesión a su persona e invencible valor"
Esta es la portada del libro del que he sacado el texto que hemos leído. Desde luego, no hace falta tener abuela teniendo a Suetonio.
" No siempre castigaba las faltas ni proporcionaba el castigo a los delitos; pero era severísimo con los desertores y sediciosos, y suave con lo demás. Algunas veces, después de una gran batalla y una gran victoria, dispensaba a los soldados de los deberes ordinarios y les permitía entregarse a todos los excesos de desenfrenada licencia, soliendo decir que sus soldados, aun perfumados, podían combatir bien; en las arengas no les llamaba soldados, sino que empleaba la palabra más lisonjera de compañeros; gustaba de verles bien vestidos, y les daba armas adornadas con plata y oro, tanto para la gala como para enardecerles en el día del combate por temor a perderlas. De tal manera les quería que cuando supo la derrota de Titurio se dejo crecer la barba y el cabello y no se los cortó hasta después de vengarle. De esta manera les inspiró inquebrantable adhesión a su persona e invencible valor"
Esta es la portada del libro del que he sacado el texto que hemos leído. Desde luego, no hace falta tener abuela teniendo a Suetonio.